Muchos problemas de ruido pueden controlarse con soluciones sencillas y accesibles, como la instalación de plafones acústicos.
Como los plafones acústicos cuelgan de un sistema de plafón, son una forma conveniente y decorativa para ocultar cañerías, cables de electricidad, conductos y otros sistemas del hogar no atractivos a la vista, al mismo tiempo que permiten un acceso sencillo para reparaciones o mantenimiento. Por esta razón, los plafones suspendidos son una elección popular para el acabado y la remodelación de los sótanos.
Los plafones acústicos se comercializan en tamaños de 24 pulg. x 24 pulg. y 24 pulg. x 48 pulg. Además de controlar el ruido, muchos plafones también ofrecen resistencia al moho, hongos y pandeo en la superficie tratada, reflectancia lumínica t resistencia al fuego de Clase A. Los plafones se colocan en un sistema de suspensión suspendido que puede ser instalado por aficionados avanzados o un contratista.
Absorción del sonido: el coeficiente de reducción del ruido (NRC) mide la cantidad total de sonido absorbido. Por ejemplo, un plafón con un NRC de .70 absorberá el 70 % del sonido que llega a él.
Bloqueo del sonido: la clase de atenuación del plafón (CAC) mide la capacidad de un plafón acústico de impedir que el sonido pase a los espacios adyacentes. Por ejemplo, un plafón (cielo raso) con un CAC de 35 reduce el sonido transmitido en 35 decibeles (dB). Un CAC alto es ideal para áreas de actividad, como cines en casa o ambientes de juego, o entre el sótano y el primer piso.
Una NRC y CAC y tendrá un espacio donde el sonido es nítido y claro, pero no molestará a las otras personas en el resto de su hogar. Considere el control del ruido como otro elemento para un hogar más placentero y saludable.